"¡Está viva!", con este grito de júbilo y entre aplausos recibieron los servicios de salvamento a una niña de diez años, Giulia, que fue rescatada la noche del miércoles en Pescara de Tronto. Esta es una de las localidades más afectadas por el terremoto en el centro de Italia. La pequeña pasó más de 16 horas bajo los escombros de una casa que estaba completamente destrozada.

Tras varias horas de excavar entre los escombros, los servicios de rescate pudieron sacar con vida a la pequeña. Los bomberos consiguieron llegar hasta ella alrededor de las 20.00 horas, después de que identificaran el área de su habitación. La niña se encuentra en buen estado, aunque tuvo que ser operada durante la noche.

Aunque Giulia se encuentra en bien, pocos minutos más tarde de su rescate se recuperó el cuerpo sin vida de su hermana de cinco años, según informaron a los medios fuentes de los equipos de socorro.

El vídeo de su rescate se ha difundido entre los medios y redes sociales en Italia. En las imágenes se puede observar cómo un bombero anima a la pequeña: "¡Vamos, Giulia, vamos!". Después uno de los miembros del equipo la agarra por debajo de los hombros y la saca de entre los escombros.

Tanto en Pescara del Tronto, como en los otros tres grandes municipios afectados Arquata del Tronto, Amatricce y Accumoli se excavó durante la noche gracias a lámparas ya que aún se cuentan decenas de desaparecidos.

Por el momento son centenares las víctimas que ha causado el fuerte terremoto de las 03.36 hora local (01.36 GMT) con epicentro Accumoli y de cuatro kilómetros de profundidad.

Entre los fallecidos hay numerosos niños y jóvenes, según confirmó el obispo de Rieti, Domenico Pompili, que explicó como se trata de localidades donde veranean muchas familias con sus hijos.

También hay decenas de niños entre los más de 368 heridos sólo en los pueblos de Amatrice y Accumoli, como confirmó la ministra de Sanidad, Beatrice Lorenzin, al salir del hospital de San Camillo De Lellis en Rieti.

"Hay muchos niños. Muchos. Estos son los lugares donde los romanos venimos con nuestros hijos, nuestras de nuestras familias son originarias de estos lugares y había muchísimos abuelos con sus nietos", dijo entre lágrimas Lorenzin.